DR. EDUARDO RODITI
¿LASER EN OFTALMOLOGÍA?
Infórmate
El uso del láser en oftalmología es amplio y abarca diferentes áreas de tratamiento. El láser es una fuente de luz altamente concentrada y de alta energía que se utiliza para realizar procedimientos precisos en los tejidos oculares sin causar daño a los tejidos circundantes. A continuación, te mencionaré algunos de los usos más comunes del láser en oftalmología:
1. Fotocoagulación: Es la aplicación de láser para sellar, cauterizar o disminuir vasos sanguíneos anormales en la retina, como en el caso de la retinopatía diabética, la oclusión de la vena central de la retina y la retinopatía del prematuro. La fotocoagulación ayuda a prevenir el sangrado y la formación de edema, preservando así la visión.
2. Trabeculoplastia: Se utiliza láser para abrir y mejorar la circulación del fluido acuoso en el ojo, aliviando la presión intraocular elevada en casos de glaucoma de ángulo abierto.
3. Iridotomía: Se realiza una pequeña abertura en el iris con láser para facilitar el drenaje del líquido y prevenir el cierre del ángulo iridocorneal, en casos de glaucoma de ángulo cerrado.
4. Capsulotomía: Se utiliza láser para crear una abertura en la cápsula posterior del cristalino, permitiendo la remoción del cristalino opacificado y la colocación de un lente intraocular en cirugía de cataratas.
5. Iridoplastia: Se utiliza láser para remodelar el iris y ampliar el ángulo iridocorneal, en casos de glaucoma de ángulo cerrado.
6. Fototerapia dinámica: Consiste en la administración de un fármaco fotosensible seguido de la aplicación de láser en áreas específicas de la retina, para tratar ciertos tipos de enfermedades de la retina, como la degeneración macular relacionada con la edad y algunas enfermedades vasculares.
Estos son solo algunos ejemplos del amplio uso del láser en oftalmología. Cabe destacar que el láser es una herramienta poderosa y su uso debe ser realizado por oftalmólogos especializados y capacitados en técnicas láser específicas. Cada caso y enfermedad requiere una evaluación individualizada y un enfoque personalizado para garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento.