¿QUÉ ES LA BIOPSIA INTRAOCULAR?

La biopsia intraocular se refiere a un procedimiento en el cual se obtiene una muestra de tejido o líquido del interior del ojo con fines diagnósticos. Hay diferentes tipos de biopsias intraoculares, incluyendo la biopsia de vítreo y la biopsia coroidea.

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1. Biopsia de Vítreo:
La biopsia de vítreo implica la recolección de una muestra del humor vítreo, que es la sustancia gelatinosa que llena el espacio entre el cristalino y la retina. Este procedimiento se realiza típicamente utilizando una aguja muy fina o el vitrectomo. La muestra recolectada se envía a un laboratorio para su análisis.

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La biopsia de vítreo puede ayudar en el diagnóstico de diversas condiciones intraoculares, como linfoma intraocular, uveítis infecciosa por virus, endoftalmitis y ciertos tipos de tumores. Permite el exámen de características celulares y moleculares del líquido vítreo, lo cual puede proporcionar información importante para el manejo de enfermedades oculares.

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2. Biopsia Coroidea:
La biopsia coroidea implica la obtención de tejido de la coroides, que es la capa vascular ubicada entre la retina y la esclera (la capa blanca externa del ojo). Este procedimiento generalmente se realiza durante una cirugía. Se extrae o absorve un pequeño fragmento de tejido coroideo que se envía a un laboratorio de patología para su análisis.

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La biopsia coroidea es menos común que la biopsia de vítreo y generalmente se reserva para casos en los que hay sospecha de malignidades intraoculares u otras condiciones oculares raras. Puede ayudar a determinar la naturaleza genética de los tumores, como el melanoma coroideo o el cáncer metastásico, y orientar las decisiones de tratamiento y prognosis.

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En ambas biopsias de vítreo y coroideas, las muestras recolectadas son examinadas por patólogos quienes analizan las células, los tejidos y otros componentes para realizar un diagnóstico. Estas biopsias son realizadas generalmente por cirujanos oftalmológicos experimentados y requieren una consideración cuidadosa de los riesgos y beneficios, ya que conllevan posibles complicaciones asociadas a procedimientos invasivos y a la ubicación específica de la biopsia dentro del ojo.

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Es importante tener en cuenta que la decisión de realizar una biopsia intraocular se toma caso por caso, teniendo en cuenta la historia clínica del paciente, los hallazgos del examen y la sospecha de la condición subyacente. Es importante discutir detalladamente el procedimiento, los riesgos potenciales y los beneficios esperados con el paciente antes de proceder.