¿QUÉ SON LAS MEMBRANAS EPIRETINEANAS?

Una membrana epiretineana (MEP o ERM por sus siglas en ingles), también conocida como maculopatía de celofán, es una condición caracterizada por la formación de una capa delgada de tejido cicatricial en la superficie de la retina, específicamente en la mácula. La mácula es la parte central de la retina responsable de una visión nítida y detallada.

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Las membranas epiretineanas generalmente se desarrollan como resultado de cambios relacionados con la edad en el vítreo (la sustancia gelatinosa que llena el centro del ojo) inflamación, secundarias a otras cirugías oculares, láseres en la retina, diabétes, bloqueos de las venas de la retina u otras causas menos frecuentes. La causa más común es la ideopática, o relacionada a la edad, en la que a medida en que el vítreo se contrae y se separa de la retina, a veces puede dejar restos o fibras diminutas en la superficie de la mácula. Con el tiempo, estos restos pueden contraerse, proliferar y provocar la formación de una membrana arrugada o distorsionada.

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Los síntomas más comunes de las membranas epiretineanas incluyen:

1. Visión borrosa o distorsionada en la visión central: Los objetos pueden aparecer borrosos o ondulados en el campo de visión central. 

2. Metamorfopsia: La metamorfopsia se refiere a la percepción de imágenes distorsionadas o deformadas. Las líneas rectas pueden parecer dobladas o torcidas, y los detalles finos pueden ser difíciles de distinguir. Esto puede afectar tareas como la lectura o el reconocimiento de caras.

3. Pérdida de visión leve a moderada: En la mayoría de los casos, la pérdida de visión causada por las membranas epiretineanas es leve a moderada. Sin embargo, en algunos casos puede progresar y afectar significativamente la agudeza visual.

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El diagnóstico generalmente se realiza a través de un exámen ocular completo, que incluye una dilatación de los ojos y pruebas de imágenes como la tomografía de coherencia óptica (OCT, por sus siglas en inglés). La OCT proporciona imágenes transversales detalladas de la retina, lo que permite al oftalmólogo evaluar la presencia y gravedad de la membrana.

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En cuanto al tratamiento, no todos las membranas epiretineanas requieren intervención, especialmente si no están causando problemas significativos de la visión. Sin embargo, si los síntomas afectan las actividades diarias o la función visual, puede recomendarse la intervención quirúrgica. El procedimiento quirúrgico más común para las membranas epiretineanas se llama vitrectomía con eliminación de la membrana. Durante este procedimiento, se absorbe el gel vítreo y se pela cuidadosamente el tejido cicatricial o la membrana de la superficie de la retina.

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La tasa de éxito del tratamiento quirúrgico de las membranas epiretineanas es generalmente alta, y la mayoría de los pacientes experimentan mejoría en la agudeza visual y una reducción de los síntomas. Sin embargo, el resultado puede variar según factores como la gravedad de la membrana, la presencia de condiciones oculares subyacentes y la salud general de la retina.